jueves, 10 de noviembre de 2011

UN POCO DE HISTORIA

El desierto de la candelaria deriva su nombre del hecho de hallarse muy apartado de los centros poblados, "desierto de almas", siendo considerado óptimo para el recogimiento espiritual.
En sus tierras se encuentra enclavado el Monasterio de la Candelaria, construido en 1661 (siglo XVII) por monjes de la orden de los Agustinos Recoletos. Una detallada descripción del valle y del monasterio, realizada a fines del siglo XIX, se encuentra en el texto "El desierto de la Candelaria", del geógrafo Felipe Pérez, publicado en el Tercer tomo del Libro Museo de cuadros de costumbres y reproducido en la Biblioteca digital Luis Ángel Arango del Banco de la República
Fue el primer monasterio que los monjes Agustinos fundaron en América, por iniciativa del padre agustino Mateo Delgado en 1604. En sus inicios reunió a varios habitantes que vivían dispersos en las cuevas de los alrededores.

En la actualidad está destinado al noviciado de los padres agustinos y a retiros espirituales, aunque brinda servicio de hospedaje a los turistas, con la atención de un grupo de monjas.
El convento conserva en su interior una importante colección de arte colonial, jardines, corredores con arcos de medio punto sostenidos por columnas en piedra.
En el primer piso se puede apreciar un pequeño museo de antigüedades y lienzos al óleo y en su iglesia se puede apreciar una rica galería de retratos y cuadros realizados por diferentes pintores y artistas de la época colonial, destacándose seis cuadros del pintor Gregorio Vásquez de Arce y Cevallos.

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